Con el otoño llegan las lluvias y, aunque en el sur parezcan menos abundantes o persistentes que en la cornisa del Cantábrico, no deben pillarnos desprevenidos. Cuando llueve se recude nuestra visibilidad al volante y empeora la adherencia de nuestras ruedas al asfalto.
Con una capa de solo 5 mm de agua en el asfalto y a 100 km/h puede producirse ACUAPLANNING, incluso con los neumáticos en buen estado. pic.twitter.com/kTiiR0VmJv
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) 17 de octubre de 2016
Tenemos que tener presente que las primeras gotas de lluvia, al mezclarse con el polvo y la grasa del asfalto, harán que la adherencia sea crítica, sólo mejorando levemente de seguir lloviendo. Pasado ese punto, cuanto mayor sea el agua acumulada en el firme, las distancias de frenado se alargarán. Pero cuidado, porque si llueve torrencialmente o existen “bañeras” en la carretera, el coche puede hacer aquaplaning y patinar. Sin llegar a estos extremos, igualmente debemos ser conscientes de que la humedad podría afectar a las pastillas de freno y, por tanto, a la eficacia de los mismos.
Prevención
Por todo esto, en época de lluvias se recomienda:
- Activar el limpiaparabrisas con abundante líquido. Si llevamos el parabrisas sucio por las salpicaduras de agua, barro y grasa, cuando las escobillas se pongan en funcionamiento pueden formar una capa sucia que impida la visibilidad.
- Encender el alumbrado de carretera para hacerse más visible a los demás, incluso el de antiniebla trasero si la lluvia es muy intensa y los coches levantan una cortina de agua densa.
- Aumentar la distancia de seguridad entre vehículos para evitar las salpicaduras y prevenir colisiones ante posibles frenazos. Hay que adaptarse a la pérdida de adherencia aumentando la distancia de seguridad y reduciendo la velocidad, especialmente en zona de curvas.
- De producirse el aquaplaning, debemos sujetar firmemente el volante, sin movimientos bruscos, sin frenar (ni siquiera con ABS) y levantar suavemente el pie del acelerador.
- Y recordar que, antes de arranchar, debemos limpiar aquellos elementos del coche que permiten ver (parabrisas, espejos y faros) y ser visto (intermitentes y la totalidad del sistema de alumbrado). Conviene no olvidar que, para evitar que se empañen los cristales hay que activar toda la potencia del climatizador o del aire acondicionado dirigiendo el chorro hacia los cristales.
Más información y fuentes: Revista DGT: Conducir sobre mojado, Twitter de la DGT, Canal Sur: Consejos para conducir bajo la lluvia
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