Verano, acabas el instituto y, si todo ha ido bien, es un momento ideal para sacarte el carné de conducir o por lo menos para empezar con las clases. ¿Qué debes saber a grandes rasgos? Pues aunque suene de perogrullo, que cuanto más practiques, mejor. Así que busca un buen balance entre lo que puedas permitirte y las horas teóricas y prácticas que debas recibir.
Clases teóricas
Para equipararnos a otros países europeos, desde este año la DGT impone a las autoescuelas un mínimo de ocho horas teóricas presenciales para mejorar la formación de los futuros conductores de turismos, si bien, recomiendan cursos de hasta veinte horas lectivas.
Clases prácticas
De momento no hay un mínimo de clases prácticas exigidas por Tráfico para presentarse al examen. Cada alumno puede dar las que considere necesarias teniendo en cuenta que los profesores de autoescuela deberán aconsejar con honestidad sobre el nivel de cada alumno.
En tu caso particular, sabrás que estás preparado cuando tu profesor deje de corregirte o tú mismo te des cuenta de los pequeños errores que comentas. En general, sin haber conducido antes, necesitarás entre veinte y veinticinco clases. Aunque, si tienes dificultades o te cuesta hacerte con el control del vehículo, tendrás que seguir practicando hasta que te sientas con la confianza suficiente.
Intenta manejar bien los tiempos entre los exámenes y los intentos que tengas por matrícula. El 73% de quienes se examinan por primera vez para obtener el carné suspende por apresurarse o por no poder asistir a un número suficiente de clases.
Puedes ampliar información sobre este tema en esta guía para la preparación del permiso B que la DGT pone a disposición de los interesados. Por nuestra parte, recuerda que también puedes pasarte por nuestro centro para hacerte con tu certificado médico para la obtención del carné de conducir.